El interiorismo, no confundir con decoración de interiores, es la capacidad para transformar estancias en espacios cómodos, funcionales y atractivos, por lo que, aunque incluye aspectos estéticos, cubre un campo profesional más completo, a medio camino entre la arquitectura y la mencionada decoración. Se trata de crear un entorno que va a tener como función influir positivamente en la salud mental de sus ocupantes.
El interiorismo está íntimamente ligado al arte funcional, y como tal, se encuentra sujeto a modas y tendencias. En este 2023, cuando más urgente es el cambio de paradigma global por una mayor concienciación ecológica, el estilo que se ha instalado para crear interiores en los hogares, va a tener un fuerte componente natural, con una influencia clara en la sostenibilidad y en la defensa del medio ambiente.
Efectivamente, la sociedad en su conjunto está inmersa en una transformación, en un retornar hacia lo que somos y formamos parte, damos de lado el ego para dar paso a lo eco. De este modo las formas orgánicas junto al uso de materiales naturales como la madera, el barro o la piedra los colores tierra o los estampados verdes son los pilares.
La búsqueda de la belleza escondida en la naturaleza, al que se le pueden añadir elementos vintage o incluirlo en un entorno nórdico será la fórmula más ansiada en este 2023 – 2024 en cuanto a la creación de interiores.
Si dar de lado, el amor por la naturaleza la funcionalidad y la austeridad del mencionado estilo nórdico aderezado con materiales nobles que sigan la tendencia global de ser sostenibles y ecológicos. Con el mismo propósito de adaptarse a la realidad social y económica que impera alrededor del mundo y llevarla al rincón particular del hogar, se acabó recargar las habitaciones, la era de la abundancia ha dado paso al ascetismo, plasmándose en unos espacios diáfanos, despojando las salas de todo elemento innecesario.
La posesión es un sentimiento retrógrado, absurdo y procura un daño a los ecosistemas y a la naturaleza evitable. El objetivo es, por tanto, hacer desaparecer todo ruido visual, los pocos muebles usados para el almacenamiento deberán quedar integrados en paredes, reformulando el espacio y procurando que solo destaquen las piezas y elementos realmente imprescindibles para mantener una buena calidad de vida, aportando carácter al entorno, pero siempre de forma muy sencilla y sobria.
Al pasar a los colores que van a reinar en esta temporada 2023 – 2024, no hay grandes variaciones, los tonos imperantes van a continuar siendo aquellos que tengan como objetivo crear ambientes, tranquilos, sosegados y cálidos. Por lo tanto, todos los tonos de la gama tierra van a ser bienvenidos. Esto representa un adiós al blanco definitivo, algo que, por otra parte, ya venía sucediendo en tendencias anteriores.
Especialmente las cocinas que deberán parar a un tono algo más cálido, sin abandonar, la pureza de este color. No son pocos los diseñadores de interior que seguirán utilizando el blanco como base, pero para después empolvarlos, mezclándolos con estampados y diferentes revestimientos.
Así mismo, es recurrente entre los más atrevidos, para aquellos que necesitan dar un poco de color, que represente toques de alegría, decorar las estancias con pequeñas pinceladas de color, rompiendo aquí y allá la monotonía cromática de los tonos suaves.
También el negro es un elemento a tener en cuenta, sobre todo dirigido a las piezas del mobiliario. De este modo, en su completo contraste con los tonos claro ofrecerá un plus de personalidad y elegancia, e incluso glamour si se incluyen algunos elementos dorados. En general, el negro irá en los muebles, sofá, cómodas…
Viendo por donde va el concepto de interiores en esta temporada, poco hay que adivinar en relación a los materiales que se van a utilizar para ir acorde y no romper la armonía estética. En efecto, las maderas, piedras, rafias y demás elementos naturales serán los más buscados y utilizados. Siempre se utilizarán estos elementos en su más cruda y desgastada, natural y artesanal representación.
La madera, como suele ocurrir, será el material estrella, nada hay más acogedor, y que ofrezca más opciones que este clásico de todas las épocas y estilos. Servirá tanto como pieza del mobiliario, como útil para revestir suelos y paredes, pero, también para llevar a cabo cerramientos, que sustituirá al frío aluminio. Una tendencia que merece señalar en este sentido es que la madera será utilizada para crear espacios abiertos o visualmente conectados, como puede ser de puente entre la cocina y el comedor.
Por último, si hay que elegir un tipo de madera, el roble, elegante y atemporal será la variedad más deseada, sobre todo para conjugarla con el granito oscuro o la piedra.
En relación a la piedra, la más demandada será el mármol travertino para las encimeras y para los baños, la madera, por su parte tenderá a ser la parte oscura en el mobiliario, al igual que las rafias y el yute para cubrir los suelos.
Como ya se ha mencionado, el destino final de la tendencia es encontrarse con la naturaleza, con la vida, por eso las formas de los muebles, los diseños tienden a las líneas redondeadas y envolventes. Son estas fórmulas las que van lograr componer espacios dinámicos y suaves, lo que es igual a habitar ambientes muy atractivos, cómodos y acogedores.
No es de extrañar que se mantenga este tipo de diseño que lleva protagonizando las ideas de los estudios creativos durante los últimos tres años, y es que las posibilidades que ofrece son infinitas, ideales para aportar sensación de relajación, confort, fluidez mientras se mantiene un carácter personalísimo en toda la vivienda. Las formas curvas se presentan, en la actualidad en los más amplios formatos de muebles, pero también en los elementos constructivos, así como en los puramente decorativos.
Para cubrir las paredes en esta temporada existen dos tendencias claramente diferenciadas entre las que elegir. Por un lado, el papel pintado, que se mantiene de moda un año más gracias a su alto potencial decorativo y capacidad para dar un toque distintivo y personal al conjunto de la habitación o del saló. Los estampados, con texturas y con colores es lo que más se lleva, aunque no hay que olvidar que los colores neutros han de predominar.
Por otro lado, las texturas con revestimientos serán la herramienta perfecta para crear una imagen personal al tiempo que se obtiene una atmósfera original, llena de matices y creatividad. Con esta opción se tendrá la oportunidad de enriquecer las paredes con las distintas técnicas, materiales y acabados existentes.
Para terminar, se debe insistir que se elija el estilo o el proyecto de interiorismo que se elija, se deberá apostar por productos ecológicos y sostenibles en todos los pasos del proceso de creación y de instalación. Se busca que sean de Km0 para el ahorro de combustible, y que le dé prioridad a la producción artesanal, y al oficio tradicional.
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